“La última y nos vamos…”

“…no se trata de mano dura, de guerras o autoritarismos…”

-Claudia Sheinbaum, candidata a la presidencia de México.

Así abordó la candidata Claudia Sheinbaum el pasado 18 de febrero el punto sobre su estrategia de seguridad al presentar oficialmente ante el INE su candidatura para competir por la presidencia de México.

No cabe duda de que la #NarcoCandidataSheinbaum, como la han llamado en las redes sociales los internautas por 15 días consecutivos, seguirá la línea que le dictan desde Palacio Nacional con la estrategia de “abrazos no balazos” ante la violenta ola de homicidios e inseguridad que inunda el país; muchas han sido las veces que, al ser cuestionada sobre su postura ante la evidente violencia desatada en este sexenio por aquella estrategia fallida, ha repetido que: “hay que atender las causas” y que seguirá la línea de trabajo del Presidente López Obrador.

Y la verdad, no sé qué opinas al respecto. Sin embargo, dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, porque ante hechos tan lamentables como los ocurridos el año pasado en Salvatierra, GTO, o en Lagos de Moreno, JAL, por mencionar algunos, cualquier presidente que se autoproclame "humanista" ya estaría tras la pista de los asesinos y tendría tras las rejas a los responsables, brindando seguridad a sus gobernados. En cambio, el "presidente de todos los mexicanos", como lo llama lambisconamente uno de sus aplaudidores, le parece muy gracioso el tema y ríe mientras dice "ahí están las masacres". ¡Vaya humanista!

Y pues sí, mientras tú te apanicas mientras vas camino a casa en el transporte público o te haces acompañar de todos los santos que conoces para que no te pase nada, el presidente y su marioneta dicen que "all is fine" y que mejor cuando nos griten: ¡Cámara, ya se la saben! Procedas a propinar el mejor de tus abrazos al delincuente. Parece que la escandalosa cifra de 180,000 homicidios en el país o en promedio 80 mexas por día, a la señora "Clau" parece no perturbarle la conciencia. México pide a gritos justicia para esas personas, modificar el aparato de impartición de justicia para el bien de los ciudadanos y no para el beneficio de los políticos y sus cuates; y mientras eso no pase, tú y yo seguiremos con la triste zozobra de saber si hoy, nosotros o nuestros familiares llegaremos sanos y salvos a casa.