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Cartas de amor a la 4T

Actualizado: 14 ago

Cartas de amor a la 4T


Badiraguato, 25°21′47″N 107°33′06″O. Ahí es donde comienza el mal, y como si fuese una escena completamente Dantesca, cuando uno acude, sin duda debe pensar en aquella inscripción que Virgilio le señalaba a Dante mientras le explicaba que el viaje que emprenderían sería sinuoso.


Dicha inscripción reza:


“Es por mí que se va a la ciudad del llanto, es por mí que se va al dolor eterno y al lugar donde sufre la raza condenada, yo fui creado por el poder divino, la suprema sabiduría y el primer amor, y no hubo nada que existiera antes que yo, abandona la esperanza si entras aquí”


Divina Comedia, Canto Tercero.


¡Sí! El Infierno en México tiene un inicio, un lugar con apariencia apacible a solo 80 kilómetros de la capital del Estado de Sinaloa. Desde ahí se desenvuelven todos los círculos que comprenden la estructura de poder de Mefistófeles, quien a pesar de encontrarse preso en una nación extranjera (a sabiendas de la capacidad constructiva que posee y de la incapacidad del Estado Mexicano por mantenerlo preso) extiende su influencia y sombra sobre quienes deben mantener dicha sistema funcionando, en un silente refugio él sabe que todo marcha conforme debe hacerse.



Sin embargo, las luchas internas ante una organización acéfala, o más bien, sin su líder natural y carismático, suelen presentarse más a menudo de lo esperado, y el cómo se acomoden las piezas en ese ir y venir de tejes y manejes infernales, debe resultar sin duda en la capacidad que se tiene para mantener cohesionada la institución (no me refiero al Estado, claro está). Es pues esa lucha interna con tintes de misiva la que nos da pauta para que todos exclamemos un sonoro ¡Ya se sabía!, la cosa esta así.


Era 2021 elecciones intermedias y renovación de gubernaturas en algunos Estados de la República, incluido Sinaloa, en esa demarcación territorial, las cosas salen a pedir de boca para el oficialismo, gana su candidato, cuya ilustre identidad obedece al nombre de Rubén Rocha Moya, (aquí comienza un efecto mariposa que hoy tiene en vilo a Morena, la casi Presidenta y al Presidente aún en funciones).


25 de julio de 2024, es asesinado en una gasolinera de la capital sinaloense Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien tuviese un conflicto directo con la administración Moyista, derivado del control de la UAS (Universidad Autónoma de Sinaloa), y todo en circunstancias poco transparentes.



Como si fuese un paralelo (que rompe con aquel hecho conocido de que dos líneas paralelas jamás se tocan) el mismo día es detenido el líder del Cártel Sinaloa, Mayo Zambada en conjunto con Joaquín Guzmán López, hijo del líder natural de la organización criminal, mismo que hoy figura como el gran Judas de esta historia.


Aquí es donde comienza todo un nudo gordiano que además de intrincado e imposible de desanudar, tiene poca o nula claridad que permita arrojar luz sobre quién ocupa qué lugar en toda esta puesta en escena. En una carta escrita por “El Mayo” y divulgada por el abogado Frank Pérez, deja al descubierto una gran red de complicidades que ponen en entredicho la legitimidad de la campaña electoral que dio el triunfo a Andrés Manuel López Obrador en 2018, y por añadidura a Claudia, pues esa sombra se ciñe también sobre ella.


Y bueno, el gobernador de aquel Estado quien en una entrevista señalara un “aquí ya sabemos cómo son las cosas”, que solo deja en evidencia negociaciones con los de Sinaloa, acudiendo a ellos en busca de apoyos que se verían claramente reflejados en las urnas (cabe aclarar que aquella “fiesta ciudadana” estuvo llena de irregularidades e ilegalidades).



El asunto es que dicha carta obligó a los actores políticos más importantes a posicionarse ante tales declaraciones. De inmediato, o más rápido de lo que usted recibe algún apoyo social, salieron a tribuna a deslindarse de los dichos vertidos en aquel ínfimo y detestable pedazo de papel, pero no conforme con eso, se revuelcan, ¡Perdón!, se vuelcan en un apoyo incondicional a Rocha Moya, elevándolo a un pedestal incólume y lleno de virtudes inefables.


Menudos lavadores de rostro resultaron estos hijos de la…Democracia.


Sin duda esa sorpresa debió haber cimbrado todos los rincones de Palacio Nacional, pero, sobre todo, la retórica que ha mantenido en pie la mentira cuatroteísta, esa donde los responsables de todos los males que aquejan al país recaen en Felipe Calderón, o el Neoliberalismo, o los “fifís conservadores”, o los golpistas, o el coco, o el chupacabras, o vaya usted a saber qué fantasmas.


No se lo esperaba, pese a que hoy salen a decir y sembrar dudas sobre la detención de “El Mayo”, intentando desviar la atención de lo evidente, Andrés no se lo esperaba. Quizá pensaría ver a esos acérrimos culpables camino al cadalso a causa de las declaraciones de un criminal que solo sustentaría su sesgo y su pantomima, ¡Pero no!, resulta que los más implicados no son los golpistas, sino los héroes. ¿No les parece esto un monumento a la ironía?


Y luego están los defensores a ultranza, que otrora enaltecieran las declaraciones de criminales protegidos (los envidiosos dirán que son testigos) que señalaban con encono los tratos que García Luna ostentaba con ellos en el periodo neoliberal. Esos mismos defensores son los primeros en salir a descalificar a “El Mayo” acusándolo de delincuente (cosa claramente obvia), poniendo sobre sus decires la sombra de la credibilidad de alguien que ha atentado contra la sociedad y el Estado de Derecho durante tanto tiempo.


En fin, tipos de ética flexible, incapaces de ejercer la libertad.


Ya a estas alturas de los acontecimientos, a nadie toma en curva que existan relaciones entre Narco y Estado, ese binomio político-criminal (No, no es pelonasmo), es el que ha sustituido al Estado de Derecho, la Gobernabilidad y la Gobernanza, ese binomio tan cooperativo es lo que ha creado los peores abismos en una sociedad ya de por si resquebrajada, y ahí, si tiene responsabilidad Calderón, Peña Nieto y claro, Andrés Manuel; sin embargo, aquí no importa quién lo inició, sino quién lo ha profundizado. ¡Era evidente!, los únicos que creían que no lo sabíamos eran ellos.


Por eso, cuando lo evidente sale a flote, en los rostros de estos “representantes del pueblo” se dibuja una sorpresa falaz...


Por eso, cuando su mierda sale a flote, fingir es virtud de histriones.


Vamos pues haciendo del murmullo un barullo, esto se llama Narcoestado, ni más, ni menos.


Artesanía Política.

Ciudad Brugada, 14 de agosto del año de Nuestro Señor Abdrés Manuel López Obrador 2024.


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